7 cosas que usted precisa saber para reducir costos con embalaje

Sean ambientales o financieros, los costos con embalaje son uno de los más importantes de la industria de alimentos; la directora de Ital trae algunos puntos para reducir ese pasivo

Los embalajes se pueden ver como villanos, tanto en la cuestión del costo ambiental como financiero para la industria. Pero la verdad es que ellas permitieron una revolución en la industria de alimentos, con el aumento de la calidad y de los plazos de validez y, consecuentemente, de la democratización de muchos alimentos.

Hoy, la industria encuentra tecnologías que permiten reducir los costos del envase sin perder calidad, como es el caso de los embalajes de papel que reciben productos perecibles, lo que antes era inimaginable.

En una entrevista exclusiva con Food Connection, Eloísa Garcia, directora general del Instituto de Tecnología de Alimentos (Ital), dijo que una de las misiones de los sectores público y privado hoy es evitar al máximo que cualquier embalaje llegue al vertedero sanitario. Para eso hay tecnologías disponibles y accesibles.

Además, ella contesta las afirmaciones de que hay poca eficiencia en la cadena de reciclaje en Brasil hoy, con materiales que llegan al 100% de reaprovechamiento, y que el plástico es el gran villano del medio ambiente.  

Para la directora, que también es investigadora líder en el Centro de Ciencia para el Desarrollo de Soluciones para los residuos post consumo: embalajes y productos (CCD Circula), un mundo sin plástico es inviable y no es deseable, teniendo en vista que el material puede, en muchos casos, reducir la polución y el desperdicio.

“No existe la idealización de un mundo sin plástico porque los materiales plásticos tienen una función muy significativa. Esos materiales tienen que ser reciclables para que yo los pueda aprovechar al máximo. Hacer uso de otro material en sustitución al plástico, muchas veces, puede hacer con que el costo ambiental del ciclo de vida de producción de ese producto sea mucho más alto”, destacó la especialista.

Vea la entrevista con Eloísa Garci y conozca siete puntos importantes para entender como reducir los costos ambientales – y también financieros – con embalajes en la industria de alimentos.


La producción de basura relacionada a embalajes parece que es un desafío imposible de vencer, con severos impactos ambientales. ¿Cuáles son las soluciones que la industria de alimentos tiene a disposición para reducir la producción de ese tipo de basura?


Hoy no se habla de basura, porque eso parece que es algo sin valor. Hablamos de residuo post consumo y ese residuo puede ser, sí, beneficiado para que vuelva a los ciclos productivos. Entonces, la gestión de residuos sólidos post consumo tiene varios caminos.

El primero es reducir, es decir, usar la menor cantidad necesaria de embalaje para que atienda su función.

El segundo punto es retornar, en los casos en que puedo reutilizar el embalaje para el mismo fin. En este caso, yo tengo restricciones relacionadas a la distancia de distribución e higiene del embalaje.

Después, yo tengo el reciclaje mecánico, para dar un nuevo formato a otro producto o nuevo embalaje.

Además, está la incineración con recuperación de energía para aprovechar el valor energético del material, sólo que todavía no se usa en Brasil.

Y el compostaje, que es el aprovechamiento del residuo orgánico biodegradable.

Finalmente, lo que yo no consigo aprovechar de ninguna manera, entonces sí, va al vertedero, pero el esfuerzo es que ese residuo en el vertedero sea el menor posible para que, dentro de la economía circular, se utilice el mínimo posible de recursos naturales.

¿La percepción de que se recicla poco hoy en Brasil está correcta?

La percepción de que en Brasil se recicla poco no está correcta. Hoy tenemos tasas de reciclajes significativas y hasta comparables a lo que se ve en el exterior.
Tenemos materiales como aluminio, que llegó al 100% de reciclaje el año pasado, el cartón ondulado, que tiene alrededor del 80% de reciclaje, y las botellas pet, que tienen un 56% de tasa de reciclaje.

Además, algunos otros materiales plásticos tienen un 20% de tasa. Acero tiene alrededor del 35% al 40%.

Y, con relación a los embalajes plásticos flexibles, que no tienen un aprovechamiento desde el punto de vista de reciclaje como los demás, rígidos, ¿son un problema desde el punto de vista de la sostenibilidad?

Hay un esfuerzo grande por parte de la industria de embalajes y alimentos para el reciclaje. Pero hay algunas estructuras que tienen un reciclaje más difícil, porque son más complejas, principalmente en embalajes flexibles.

Sin embargo, esos embalajes flexibles son la primera opción cuando la propuesta es reducir (el uso de materia prima). Hoy, el embalaje de cerca de 10 a 15 gramos reduce mucho el uso (de materia prima) en comparación con otras opciones de embalaje. Hasta esos, que no se reciclan, ya cumplen una importante función de reducción.  

Ante eso, ¿cuál es la solución viable para reducir, de hecho, el uso de materia prima y de embalajes vírgenes.

Hay dos puntos importantes para el reciclaje, el primero es que el consumidor separe el residuo para el reciclaje. No adelanta ir a buscar en el vertedero para reciclar. Involucrar al consumidor es fundamental.

La otra cuestión importante es que los productos hechos con material reciclable tienen que tener valor de mercado, porque ese valor es lo que ha garantizado una alta tasa de mercado para los materiales más reciclados.

Ahí está la necesidad de los consumidores, ya sean finales o empresas, de comprar más material reciclado, porque no adelanta nada creer que tienen que tener material
de ese tipo, si no lo valorizan y no lo compran. Hay esfuerzos del gobierno de compra pública en ese sentido.

Además, hoy, la industria, principalmente de bebidas, hace un gran esfuerzo para agregar principalmente pet reciclado para el post consumo, llegando al 100% de material reutilizado. Pero el consumidor precisa ver valor en eso.


¿Hay soluciones que implican el desaparecimiento del plástico y otras soluciones con alto potencial contaminante? ¿Un retorno a embalajes retornables, como recipientes de vidrio, o algo más moderno, podría ser una alternativa al uso del plástico?


No hay una solución que resuelva todas las cuestiones, todos los materiales de embalaje tienen su papel y aplicación. Los embalajes retornables son una buena solución apenas en algunos casos. Si tengo una logística de distribución en un radio de 100 o 200 km, el embalaje retornable es interesante. Pero si yo fabrico en San Pablo, por ejemplo, y vendo a todo Brasil, yo no puedo hacer esa logística con materiales que retornan. No puedo definir un sistema de embalaje que va atender el 30% de la población apenas.

Por eso, no hay una única solución. Tampoco existe la idealización de un mundo sin plástico porque los materiales plásticos tienen una función muy significativa. Esos materiales tienen que ser reciclables para que yo los pueda aprovechar al máximo. Hacer uso de otro material en sustitución al plástico, muchas veces, puede hacer con que el costo ambiental del ciclo de vida de producción de ese producto sea mucho más alto.

¿Qué otros esfuerzos pueden ayudar a aumentar la tasa de reciclaje?

El esfuerzo que existe para aumentar la tasa de reciclaje es tener un diseño de producto que ayude en el reciclaje, desde una tapa y vaso en el mismo material del embalaje que se puedan reciclar juntos, rótulo que no interfiera en la cadena de reciclaje, parte gráfica que no perjudique el reciclaje y muchas otras soluciones.

Además, está la inversión tecnológica para obtener materiales de fuentes renovables, porque la mayoría de los embalajes plásticos viene del petróleo y derivados, que es una fuente no renovable. El polietileno verde, por ejemplo, que está en el mercado, viene de la caña, es de fuente renovable y tiene las características iguales a las del polietileno del petróleo.

El papel también es una fuente renovable muy importante y que ha trabajado para obtener un desempeño que permita su utilización en el área de alimentos. Ahí hay cuestiones de resistencia a la humedad, grasa, permeabilidad al oxígeno y vapor de agua, que son cuestiones que se tendrían que desarrollan con la ayuda de revestimientos, que pueden ser renovables o no, porque es preciso agregar protección para que el papel cumpla su función.


¿La utilización de materiales biodegradables reduce la necesidad de reciclaje?


Ya sea el polietileno verde o el no renovable, es preciso reciclar porque hay un costo ambiental, desde la extracción de la materia prima, uso de tierra, energía y agua, y la mejor cosa es recolocarlo dentro del ciclo productivo para no se precise extraer tanto de la naturaleza.

Por más que la materia prima sea renovable, el esfuerzo de reciclaje permanece. No tiene sentido un material de fuente renovable que va a un vertedero porque no se va a degradar totalmente a gas carbónico, sino a metano. Y al degradar a metano, él no cierra el ciclo de renovación porque no hay ninguna planta que crezca con metano, y el metano tiene 25 veces más efecto invernadero que el gas carbónico.