Como Seara y BRF usan la trazabilidad para alcanzar metas de ESG

Gigantes del sector de proteína animal enfrentan desafíos importantes relacionados a la sostenibilidad, pero han conseguido avances con ayuda de la trazabilidad

La trazabilidad se ha implementado en la industria para que haya un control sobre el sistema de producción a lo largo de toda la cadena y reducción de costos, especialmente para las empresas que articulan la cadena entera. Sin embargo, con la evolución tecnológica y la adhesión creciente a la cultura de la sostenibilidad y del consumo consciente, las acciones volcadas al trazado de los productos cobraron nuevos sentidos.

“Hoy, mirando la nueva generación de consumidores, ellos son muy exigentes y quieren entender el producto que está por atrás del embalaje, tienen una preocupación muy grande con el sistema de producción”, detalla José Antônio Ribas, director de ESG de Seara Alimentos, durante el evento digital WarmUp Fispal Tec & TecnoCarne. El ejecutivo también participa de la Arena TecnoCarne, evento que sucede a partir de 27 al 30 de junio, en Expo São Paulo.

Y para atender esa sed por saber, Seara ha utilizado la trazabilidad como fuente de información para su consumidor. Ante ese nuevo consumidor, la trazabilidad cobró nuevas funcionalidades. Hoy, ella no es apenas una solución para identificar y combatir anomalías en el sistema productivo a lo largo de toda la cadena, sino un valor que la empresa carga al contar la historia del producto para el consumidor e involucrarlo. “En los grandes centros urbanos, el consumidor cree que el huevo nació allí, y no sabe la historia que está por atrás de ese producto. La trazabilidad puede ayudar a revertir eso”, evalúa Ribas.

El ejecutivo de Seara dijo que aún hay límites para la trazabilidad a lo largo de la cadena, principalmente relacionados al elemento cultural, es decir, algunas empresas del sector aún son bastante resistentes en aceptar que el seguimiento de todo el proceso es benéfico no sólo para los consumidores, sino para todos los involucrados, de una punta a la otra de la cadena. Pensando en eso, Seara afirma que está “invirtiendo mucho para que eso cambie en la cabeza de gestores”.

Sin embargo, además de la resistencia cultural, hay aún limitaciones relacionadas a tecnologías, aún poco desarrolladas, si se comparan con los países que son referencia, además de la escasez de datos, que deriva de la tecnología aún desfasada en el escenario brasileño.

En ese sentido, la empresa ha trabajo lado a lado con pequeños y medianos productores, explicando como funciona la trazabilidad para garantizar que se incluyan en la transformación digital que todo el sector precisa. Antes de emplear tecnología, las pequeñas y medianas precisan crear procesos eficaces relacionados a la trazabilidad y sus objetivos, con destaque para las metas sostenibles, alerta Ribas.

“Lo que digo a las pequeñas y medianas empresas es que establezcan un comité ESG en su núcleo gerencial, empiecen a colocar ese término en el vocabulario de los gestores, en las pautas de decisión, en las decisiones de inversión y vivir de pequeñas conquistas”, detalla el ejecutivo.

Entre las principales metas que pueden consolidar un cambio de gestión importante está la reducción en el gasto de agua y energía. Y eso es posible contando con prácticas eficientes seguidas y medidas por un sistema eficiente de trazabilidad.

La mejora de la eficiencia, posibilitada por nuevos procesos y tecnologías, precisa resultar en beneficios financieros y económicos para la empresa, que también se deben medir a lo largo de toda la cadena. Porque, aunque las intenciones sean las mejores, “sin ganancia, iniciativas de ESG no permanecen vivas”, resalta Ribas.

Trazabilidad en la práctica

En 2022, BRF llegó al 100% de trazabilidad de los proveedores directos de granos provenientes de Amazonia y del Serrado, algunos de los biomas brasileiros más amenazados por la explotación irresponsable de la tierra y de los recursos naturales.

Además, BRF declara que traza al 45% de sus proveedores indirectos que operan en esos mismos biomas. En total, la empresa afirma que traza el 75% de sus proveedores indirectos, lo que muestra una dificultad extra de seguir los procesos productivos en esas regiones.

A pesar de los desafíos, la empresa ha hecho avances significativos, según un análisis interno de la empresa, pautado en la transformación digital y en la trazabilidad. "El proceso de transformación, que comenzó en 2022, fue esencial para que las bases de evolución de BRF puedan sostener con solidez todo el potencial de nuestra empresa. Seguiremos estando empeñados en maximizar los resultados de manera consistente a lo largo del tiempo", afirma Miguel Gularte, CEO Global de BRF, en comunicado.

El plan Net Zero 2040 de la empresa ha avanzado a pasos largos, con la compañía reduciendo, entre 2019 y 2022, el l26% de sus emisiones absolutas de gases de efecto invernadero en los alcances uno - relacionados a emisiones directas - y dos – que contempla el consumo de energía eléctrica.

"Estamos incorporando la sostenibilidad cada vez más a las decisiones y estrategias de la compañía", garantiza el vicepresidente de Gente, Sostenibilidad y Digital de BRF, Alessandro Bonorino.

Dificultades en el alcance 3

Las emisiones indirectas hechas por proveedores de BRF son algunos de los problemas más difíciles de solucionar con relación al tema son prácticas ESG en el sector agropecuario.

"Registramos un aumento del 5% en las fuentes mapeadas hasta este momento (2023) ante 2020 (año base), bajo influencia de la reanudación de los viajes corporativos y del aumento significativo de residuos enviados para tratamiento externo por medio de compostaje", dijo BRF en informe sobre pautas ESG y trazabilidad.

Hasta 2030, BRF prevé reducir el 35% de sus emisiones directas y relativas a consumo de energía eléctrica, actividades contempladas por los alcances uno y dos. A su vez, en el alcance tres, la compañía prevé disminuir en un 12,3% las emisiones indirectas, de la cadena de proveedores. Hasta 2040, la meta es neutralizar toda y cualquier emisión residual.

Para ello, la empresa depende de la sinergia de distintas tecnologías, como los Sistemas Inteligentes de Almacenamiento (Warehouse Management System – WMS), los sensores de temperaturas, además de la búsqueda por la integración con sistemas avanzados de trazado de informaciones como, por ejemplo, la tecnología de blockchain.

Con esa simbiosis entre distintas soluciones, BRF busca “implementar un proceso de verificación y validación de productos, que sea ágil y que proporcione informaciones para una mejora de la cadena productiva”, afirma la compañía en comunicado en su sitio. Eso “auxilia a la empresa no sólo a atender las exigencias legales, sino también diferenciarse con relación a la competencia”, completa.